Stanley Kubrick fue un director estadounidense que logró lo que no muchos consiguen en la industria cinematográfica: ser director, guionista y productor de sus propias obras. Muchos han justificado su genealidad por su perfeccionismo y neurosis.

Kubrick repetía más de una decena veces las escenas hasta, según dicen, encontrar ese chispazo de magia en la mirada y expresión de sus actores.

Por otro lado, en sus obras uno puede apreciar el uso de la steadicam, inventada en 1975 por el camarógrafo Garret Brown, quien fue contratado por Kubrick como camarógrafo, específicamente para la toma de El resplandor (1980) en la que Danny conduce su triciclo por todo el hotel, aunque el reto fue encontrar una manera de seguir el movimiento de Danny, por lo que el camarógrafo se subió a un patinete y a una carretilla, hasta que una silla de ruedas modificada demostró ser la mejor opción.

En esta misma película, se necesitaron más de una decena de tomas para que el director encontrara la que más le gustara, resultando en una de las mejores escenas del filme. Al final, muchas de las escenas de la película fueron grabada con una steadicam.

Todos los que somos fans de Stanley Kubrick sabemos su obsesión por el control. Todo el proceso de producción y postproducción de sus trabajos era supervisado por él, hasta el doblaje de sus películas a otros idiomas.

La fotografía de sus películas es sin igual, por ejemplo para la película de Barry Lyndon (1975) pidió un lente especial a la NASA para poder captar de forma natural la luz de las velas en la imagen de la película, sí, iluminó con velas.

Además todas la películas de Kubrick fueron la adaptación de una novela y realizó todos los géneros cinematográficos.

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