Meghan Markle, duquesa de Sussex, se sincera mediante un artículo para The New York Times sobre su reciente aborto espontáneo, mismo que arrebato la ilusión de un segundo hijo a ella y a su esposo el Príncipe Harry.
En el artículo, titulado Las pérdidas que compartimos, la nuera de la reina Isabel II describe cómo se produjo la pérdida, mientras atendía a su único hijo.
“Era una mañana de julio que comenzaba como otra cualquiera: hacer el desayuno, darle de comer a los perros, tomar las vitaminas, encontrar ese calcetín extraviados, recoger el lápiz que ha rodado bajo la mesa, recogerme el pelo en una coleta antes de sacar a mi hijo de su cuna.” relata la duquesa.
“Después de cambiarle el pañal sentí un calambre agudo. Caí al suelo con el bebé en mis brazos murmurando una nana para calmarnos a ambos, la melodía alegre como duro contraste a mi sentir de que algo no iba bien. Supe, mientras apretaba a mi primer hijo contra mí, que estaba perdiendo al segundo”.
Asimismo, Markle toma espacio en su texto para recordar lo duro que fue el 2020 para todos, especialmente a las víctimas del racismo institucional como Breonna Taylor o George Floyd, cuyos nombres recuerda específicamente en su texto.
“Además de todo esto, parece que no podemos ponernos de acuerdo nunca más en qué es verdad y qué no. No solo disentimos en opiniones o hechos, estamos polarizados sobre si los hechos son, de hecho, hechos. Sobre si la ciencia sea real. Sobre si unas elecciones se han ganado o perdido. Sobre nuestros valores de compromiso”, enumera Markle.
“Esta polarización, junto con los confinamientos requeridos para luchar contra la pandemia, nos han dejado sintiéndonos más solos que nunca”.
La duquesa asegura en su texto que “sabía, mientras abrazaba a mi primogénito, que estaba perdiendo al segundo”.
Horas más tarde “yacía en una cama de hospital, sosteniendo la mano de mi esposo. Sentí la humedad de su palma y besé sus nudillos, mojados por nuestras lágrimas. Mirando las frías paredes blancas, mis ojos se pusieron vidriosos”.
“Sentada en una cama de hospital, viendo cómo se rompía el corazón de mi esposo mientras trataba de sostener los pedazos rotos del mío, me di cuenta de que la única forma de comenzar a sanar es preguntar primero: ¿Estás bien?”, narra Markle.
Por lo que Meghan finaliza su texto con recordando la importancia de el apoyo entre todos. “Así que este Día de Acción de Gracias – agrega -, mientras planeamos unas vacaciones como nunca, muchos de nosotros separados de nuestros seres queridos, solos, enfermos, asustados, divididos (…), comprometámonos a preguntarle a los demás, ¿Estas bien?”.
La pareja recide en California en el exclusivo barrio de Montecito, en Santa Bárbara (EU), una ciudad costera situada a unos 150 kilómetros al noroeste de Los Ángeles